Misión con peligro de muerte

El enclave de los magos me escogieron para esta misión; acercar una mercancía de cloridio a la AMC, como uno de los escoltas. Y como compañero me asignaron a un cadete de la propia academia.

Nunca lo había visto antes, y a juzgar por su serio semblante, más bien taciturno, si no nos hubieran unido en una misión oficial jamás habríamos sido presentados. La seriedad nunca fue mi fuerte, a decir verdad. Pero aquí estábamos, unidos en santo matri... digo, ejem... misión.

Deseaba tener la oportunidad de presentarme. Estar callados en un largo trayecto era un suplicio para mí, muy aburrido. Pero mi nuevo compañero no tenía cara de querer llevar una conversación, al menos no en aquel viajecito.

Lo que hice fue colocarme los cascos, subir el volumen, y llenarme de música Metal los pensamientos. Me crucé de brazos y cerré los ojos para relajarme. Bien, pues la terapia relajante no duró demasiado, ya que un brusco frenazo me sacó de mis ensoñaciones.

Mis manos parecieron tener voluntad propia, pues acudieron al mango de mis dos pistolas antes de que mis ojos se abrieran.

Traté de levantarme, pero olvidé que llevaba un cinturón de seguridad, así que mi culo solo se despegó del duro asiento unos centímetros antes de volver a ser devuelto a mi "cómodo" lugar.

Sonreí entre dientes antes de soltar el broche del cinturón sin dejar de sujetar mi par de armas. 

Entonces me pude levantar, y luego de mirar a mi compañero, le sonreí.

—¿Vamos a divertirnos al fin?

Mag escuchó a su compañero romper el hielo. Era la primera vez que ambos intercambiaban palabras y en algún momento debía suceder, de vital importancia sería comunicarse durante un combate donde los dos lucharían en el mismo bando.

Hasta entonces, Mag no sabía nada sobre la personalidad de Vymor, un aprendiz de mago enviado desde la escuela de magia por su convenio con la Academia Militar Clantria. A primera vista durante el largo trayecto, le había parecido una persona de semblante serio, con mirada oculta bajo los oscuros cristales de sus gafas; y actitud ausente, escuchando quizá música suave y emotiva en sus auriculares, como alejándose del mundo, sin ganas de hablar con nadie.

Pero tal vez Mag le estaba prejuzgando, porque las palabras de Vymor acompañadas de una sonrisa no eran propias de alguien con cara de pocos amigos. Por la forma en la que hizo su pregunta, no le atemorizaban en absoluto los bragorions...

—¿Te has enfrentado antes a uno de estos? —le preguntó Mag mientras abría rápidamente las puertas traseras del remolque, pues en caso afirmativo quería conocer su estrategia para que aquel peligro de muerte no fuera... un peligro de muerte.

La madrugada estaba entrando a escena, y yo sin pisar una pista de baile en semanas. Los entrenamientos tenían mi tiempo encerrado con grilletes, y habían tirado la llave. Dioses, quien me habrá mandado a mí a meterme en estas lides.

Mi compañero abrió las puertas traseras del camión, y con unas palabras me sacó de mis pensamientos.

—¿Un bragorion? Solo en peleas simuladas. —hice una pausa— Y adivina qué... le vencí casi todos los combates. —hice una especie de pose semi heroica con las pistolas en mano.

A decir verdad, esperaba que no me preguntara exactamente la proporción o la moral bajaría hasta estrellarse por los suelos, como pronto estarían nuestros sesos si no trabajábamos en equipo. 

—Me llamo Vymor, hermano. —me presenté tendiendo mi mano, con una sonrisa sobrada.

En cuanto Mag alcanzó la parte delantera del camión, pudo ver por primera vez a aquella enorme bestia en carne y hueso. Su tamaño grande, sus gruesas patas, su amplia cresta y su terrorífica boca provocaron elevar aún más sus niveles de miedo. En aquel momento entendió por qué el piloto y los demás miembros estaban tan asustados.

Mag escuchó que su compañero le vociferaba algo amistosamente desde varios metros, pero el soldado cadete estaba abstraído. A Mag le resultó tan impactante aquel imponente ser que se quedó totalmente bloqueado. No pudo hacer nada. Y solo tras ver cómo la bestia lanzaba un coletazo a su compañero Vymor, que parecía más distraído que el soldado (aunque en su caso debido a un narcisismo temerario), pudo reaccionar.

El golpe que recibió el mago se vio tan fuerte que Mag salió de su bloqueo. Entonces, apuntó rabioso al bragorion con su rifle personalizado y apretó el gatillo para lanzar una ráfaga de balas mientras gritaba eufórico.

—¡¡¡Aaahhh!!!

Sin embargo, su grito fue lo único que se escuchó. Su arma no estaba disparando.

Miró bien su rifle y se dio cuenta de que todavía tenía el seguro puesto, por eso no disparaba. Pudo imaginarse la decepción de los tripulantes del camión, piloto y copiloto se llevarían las manos a la cabeza. Un mago más preocupado por hacer posturitas y lucir sonrisas que parecía estar ahí sólo para recibir golpes, y un miedoso personaje disfrazado de soldado que no sabía ni disparar con un arma. Aquello era para un "facepalm" de monumento.

Mag le quitó el seguro a su rifle y volvió a intentarlo. El temible bragorion ya se había percatado de su presencia con aquel ridículo grito, que fue respondido con un rugido tan fuerte que provocaba temblores.

Mag apretó el gatillo al ver que la bestia se dirigía hacia él. Pero tampoco había configurado bien su arma y lo que comenzó a salir por el cañón fue algo que no sería muy efectivo en un combate con peligro de muerte: pompas de jabón.

Era una broma que tenía preparada para el próximo cumpleaños de su amiga Ditanni. Se había olvidado reconfigurar su arma para un combate de verdad, no para una fiesta con pistolas de juguete.

—¡Carajo! —exclamó Mag impotente.

El bragorion estaba cada vez más cerca de Mag y la reacción más rápida de éste fue apuntar a la bestia con su brazal, que estaba armado como si se tratara de un as en la manga, y disparó un micro proyectil que logró alcanzar lo que suponía que sería el "hocico" de su enemigo.

El enorme bragorion se detuvo al recibir una leve descarga eléctrica, que aunque no le supusiera un enorme daño, sí sirvió para frenar brevemente su carrera, que ya estaba tan encima del cadete de la AMC que podría haberse convertido en su desayuno.

Mag comenzó a correr para alejarse de aquella bestia.

OFFROL:

NARRACIÓN DEL COMBATE

Mag usa Ataque persistente

Bragorion recibe 2 puntos de daño.

Bragorion recibirá 2 puntos de daño adicionales en cada turno por la técnica Ataque persistente.

Mag aumenta su Atq +2 para el próximo turno por la técnica automática Acumular ataque.

ESTADO ACTUAL DEL COMBATE

Bragorion:
VIT 38

Vymor:
VIT 11

Mag:
VIT 20

Turno para @Vymor

Raudo corrí a subirme al camión con una mano al costado sujetándome el hígado, pues del dolor que tenía parecía que se me iba a caer a cachos o algo por el estilo, y joder, lo necesitaba para mis chupitos de cletila y limón que siempre pedía en mis días libres en la Jarra del Sediento, mi taberna favorita, un clásico... reí entre dientes en mi ascenso al maltrecho vehículo de carga. Y desde allí, sin soltar las pistolas -ni mi hígado-, resolví que lo mejor era ser maniobra de distracción para que mi nuevo -y extraño- colega pudiera tener alguna oportunidad de pensar en cómo lanzar algo más que pompas de jabón de su arma... o eso esperaba.

Tenía que concentrarme, o aquel descomunal enemigo nos haría añicos parte sí y parte también a los cuatro cuerpos humanos que tenía disponibles allí para darse un digestivo festín. 

—Bien, compañero. concéntrate en lo que vas a disparar en la siguiente hondonada, queremos matar a esa cosa, no bañarla. —lo dije sacando mi atractiva media sonrisa traviesa.  —Voy a distraerla para darte tiempo. Aprovéchalo bien, socio. 

Cerré los ojos y tiré los brazos a mis costados. Respiré hondo y traté de concentrar mi energía en ambos revólveres. Estos comenzaron a brillar por las bocas del cañón, hasta que uno de ellos explotó en mi mano...

—¡¡Ahh, joder!!— abrí los ojos de bruces para mirar cómo soltaba el arma de mi mano derecha para acariciar mi nueva quemadura con mi mano izquierda, de la cual también solté el arma para hacer aquello. ¿En qué coño estaba pensando? Cuando me vine a dar cuenta del error, el bragorion me estaba mirando con ojos furibundos...que coño, los dos mozos me miraban con ojos furibundos. Creo que hasta mi compañero lo estaba haciendo, pero no lo sé, supongo que hasta yo mismo me miraría así de estar viéndome hacer aquel esperpento. La verdad es que no tenía tiempo para pensar en mi error. Debía volver a recoger los revólveres antes de que fuera tarde para lamentarlo. Si no lo era ya...

"Mierda, debo aprender a equilibrar la magia. Vamos, vamos, Vymor de los cojones. Lo has ensayado un millón de veces. ¿Qué coño te pasa?" Eran mis únicos pensamientos... recordarme lo mediocre que era. 

Tras haber empezado a correr para alejarse del bragorion, Mag apenas pudo moverse un metro. El bragorion giró sobre sí mismo vertiginosamente para asestar un coletazo al desafortunado soldado, quien, del fuerte golpe, acabó en el suelo bocabajo y sin su rifle, el cual se le escapó de las manos en la caída.

Pero el bragorion recibió justo después una reducida descarga eléctrica en el hocico debido al anterior proyectil de Mag que seguía ahí clavado. Aunque seguramente fue de dolor insignificante para el monstruo.

Y entre todo aquello, le había parecido oír a su compañero comentarle algo en la distancia.

—Voy a distraerla para darte tiempo. Aprovéchalo bien, socio —fueron las palabras de Vymor que alcanzó a escuchar Mag tras el coletazo de la bestia.

Pero, justo después, escuchó una pequeña explosión encima del camión, y al instante oyó al aprendiz de mago quejándose de dolor. Mag le miró y vio que se dolía en una mano, entonces entendió que debía ser una astuta maniobra de distracción, tal como había dicho en sus palabras.

Y funcionó, pues el bragorion ya le miraba y empezaba a acudir hacia él.

Pero Mag pensó que la maniobra de distracción de Vymor, aunque generosa por su parte, era bastante arriesgada. Se había subido al camión y no parecía poder bajarse en ese momento, ya que se notaba dolorido en una mano.

Y el piloto y copiloto debían estar ahora más asustados. Así que el que estaba disfrazado de soldado debía hacer algo para volver a llamar la atención del temible bragorion.

Mag, aún en el suelo, no perdió tiempo en levantarse para intentar alcanzar su rifle, sino que sacó una granada electrificante de su cinturón y, con una fuerza que le costó soltar un gallo en su voz, la lanzó contra la bestia torpemente, pero tan torpemente que su objetivo parecían ser más bien los conductores del camión, pues la granada fue directamente hacia ellos.

No obstante, no todo podía ir tan mal. La granada chocó contra el parabrisas del camión y, ante los ojos horrorizados del piloto y su acompañante, que ya se abrazaban desesperanzados, esta rebotó y cambió su trayectoria hacia el bragorion, quien tenía los ojos clavados en Vymor y ya acudía a enfrentarle.

La granada explotó en el aire cerca de la bestia y una descarga eléctrica la bañó, paralizándola por el daño.

—¡Sí! —vitoreó Mag dejando escapar otro gallo.

Poco después, el soldado cadete cayó en la cuenta de que su maniobra de distracción fue incluso peor que la de su compañero. Debido a la trayectoria de la granada y al lugar de su explosión, el imponente bragorion miraría a Vymor más furibundo que antes tras intuir que aquel golpe fue lanzado por él...

OFFROL:

NARRACIÓN DEL COMBATE

Mag usa Ataque común.

   Atq 3
   +6 por técnica Ataque común
   +2 por técnica Acumular ataque
   -6 por Def de Bragorion

Bragorion recibe 5 puntos de daño.

Mag aumenta su Atq +4 para el próximo turno por la técnica automática Acumular ataque.

ESTADO ACTUAL DEL COMBATE

Bragorion:
VIT 31

Vymor:
VIT 11

Mag:
VIT 13

Turno para @Vymor

Me agaché para recoger las armas, pero el bragorion volvía a hacer de las suyas, y de un rugido me tiró de espaldas, escupiéndome sus ricas babas en el proceso. 

Me quedé tirado, con las palmas de las manos hacia el cielo mientras abría los brazos en señal de queja a los dioses.

—¡Qué coño os he hecho! ¡Bah...!— me incorporé, ya con las armas en mano. Me puse en posición de duelo western, tratando de hacerlo mejor esta vez. Así que volví a cerrar los ojos, y se me vino a la mente aquella típica melodía del viejo oeste en los duelos. Ese silbidito. Ahh... mi sonrisita malévola volvió a mis labios, con los dedos índice y corazón de ambas manos tamborileando la misma melodía que sonaba en mi mente. Volvía a disfrutar, aunque estuviera magullado, y apestando a babas de bragorion... mi magia volvió a brillar en las armas, y esta vez, al unísono. 

—Voy a por ti, mascota apestosa... bueno —me olisqueé un poco, sin abrir los ojos—, yo también apesto un poco pero... tú me entiendes, esto es culpa tuya.

Así que volví a concentrarme  y mis armas mágicas volvieron a brillar a mis costados. Cerré los ojos para concentrarme mejor. Todo estaba saliendo muy épico en mis pensamientos, concentrándome como nunca. La bestia bragorion mordería el polvo, estaba totalmen... Mis pensamientos no terminaron de formularse, las imágenes de mi mente de lo que iba a ser, al final no fue...

El bragorion aprovechó que estaba tardando lo mío en canalizar mi magia en mis revólveres y con un colazo me estrompó contra un árbol que había quedado justo detrás del camión. Me llevé tal tortazo que me pareció estar incrustrado en el tronco tantos segundos que se me hacían eternos. Hasta que caí al suelo, dolorido. Y una de mis armas me cayó en la cabeza justo al momento de yo caer.

—Voy a acabar contigo... —dije mientras me rascaba la cabeza con una mano, y un costado con la otra. Dios... "parezco un jodido mono, esto no es propio de mí. ¿Qué va a pensar mi compañero? No, no... debo recuperar la compostura".

Así que me levanté, cogí mis armas -una vez más- y respiré hondo.

¡BANG!

Pese a su gran tamaño, el bragorion sintió el dolor de las gruesas balas del potente disparo de Mag. El soldado había logrado reconfigurar su arma y disparó por la espalda al monstruo.

¡BANG!

Mag volvió a disparar sin piedad con su rifle, los disparos eran como los de una escopeta de alto calibre que ensordecería a todo aquel que estuviera cerca. El cadete de la AMC caminaba hacia el enemigo al tiempo que mantenía en la mira a su objetivo para disparar, recargar y volver a disparar.

¡BANG!

—¡Déjale en paz! —gritó Mag a la bestia— ¡He sido yo quien te lanzó la granada!

Y, en cierto modo, el aprendiz de mago no le había hecho nada al bragorion, así que era el soldado con quien debía verse las caras.

El dolor de las balas no pasaba desapercibido, en absoluto, a duras penas el monstruo acabó por girar ciento ochenta grados para enfrentar a Mag. Y entonces comenzó a dirigirse hacia él tan rápido como se lo permitía su enorme y lento cuerpo.

Entonces el soldado se detuvo y comenzó a retroceder, pero sin dejar de disparar.

¡BANG!

Esta vez ya no salían pompas de jabón, el bragorion se estremecía con cada disparo. Pero no cesaba en su persecusión al soldado.

A Mag comenzó a entrarle temor. Estaba consiguiendo alejar a la bestia del camión heroicamente y darle tiempo a su compañero para recuperarse. En el fondo se preguntaba qué demonios estaba haciendo su compañero, ya que solo parecía hacer posturas, y ni eso se le daba bien. Mag solo esperaba que el aprendiz de mago hiciera algo, lo que sea, porque no podría contener al monstruo mucho tiempo antes de acabar siendo su cena.

A solo tres metros de separación entre Mag y la bestia, esta rugió escandalosamente y provocó que el soldado se espantara, tropezando torpemente durante su retroceso.

Cayó al suelo sentado, pero esta vez aún sostenía su rifle. Y se le ocurrió configurarlo para lanzar un chorro de electricidad en cuanto la bestia volviera a abrir la boca, ya más cerca de su presa.

Y, así, a menos de un metro, el bragorion abrió aquellas enormes fauces. Entones, Mag, desde el suelo, apuntó a la garganta de la bestia...

—Esto te va a doler —sentenció Mag. Y apretó el gatillo.

Pompas de jabón.

Incrédulo, aunque no más pasmado que el monstruo por aquellas burbujas, el payaso disfrazado de soldado había vuelto a configurar mal su arma...

Mag estaba viviendo los últimos segundos de su vida. En el siguiente instante, el monstruo se lo tragaría...

Mag escupió lo que podrían ser tripas o incluso excrementos de bragorion.

El poderoso ataque mágico de Vymor había atravesado el grande cuerpo de la bestia como un láser de grueso diámetro, entrando por el estómago y saliendo por el recto, provocando una gran salpicadura de sangre mezclada con, probablemente, deposición fecal.

Y toda esa mezcla curbió a Mag en su totalidad.

Hace unos instantes, cuando Mag había estado a punto de ser devorado por el bragorion, el aprendiz de mago le salvó la vida con su distracción y pudo levantarse del suelo. Pero, aunque pareciera que Vymor volvía a hacer su función de circo cargada de posturitas ridículas de vaquero moderno antes de recibir otro golpe, sorprendentemente hizo algo que destrozó el cuerpo de la bestia con una fuerza que jamás se habría imaginado.

Aquel aprendiz de mago tenía talento, llevaba el poder de la energía del cloridio en la sangre. No era de extrañar que estuviera siendo adiestrado en la Escuela Mágica Kalez.

Pero Mag no tuvo tiempo de digerir la sorprendente habilidad de su compañero, pues su ataque mágico reventó todo el sistema digestivo del monstruo y con ello su ano le escupió de todo. Mag volvió a caer sentado, esta vez cubierto de absolutamente cualquier cosa menos de olor a flores, y con su cara completamente embarrada.

—¿Y tú, compañero? —se había preocupado Vymor por el soldado, probablemente sin ver su estado.
—Ptuf... —escupió Mag como respuesta. Caca (o lo que fuera) salió de su boca.

MISIÓN CUMPLIDA

RECOMPENSAS DE MISIÓN DE NIVEL MEDIO ENTREGADAS:

@Vymor obtiene 250 Dins + 125 Exp.

@Mag obtiene 250 dins + 125 exp.

Gracias a los combatientes por brindarnos este espectacular combate 🙂